La cúrcuma se ha convertido en un ingrediente muy popular en diversas preparaciones, especialmente en infusiones y remedios caseros. Una de las combinaciones más comunes es con canela, una especia ampliamente utilizada en la cocina, especialmente en postres, bebidas y café de olla.
Se dice que la infusión de cúrcuma con canela ofrece diversos beneficios para la salud, aunque su eficacia se basa más en anécdotas que en evidencia científica. Además, es común encontrar recetas que incorporan miel y limón para potenciar sus propiedades y mejorar su sabor.
La cúrcuma debe su fama a la curcumina, un compuesto con posibles efectos antiinflamatorios y antioxidantes, aunque sus beneficios para la salud no han sido comprobados. Sin embargo, su absorción en el cuerpo es baja, por lo que un té de cúrcuma no ofrece cantidades significativas de este compuesto. Además, la cúrcuma contiene otros nutrientes como manganeso, hierro y polifenoles, y es más segura en su forma natural que en suplementos, los cuales pueden tener efectos adversos en dosis altas.
Por su parte, la canela en infusión es rica en antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias. Se cree que podría ayudar a regular el azúcar en la sangre y el colesterol, aunque faltan estudios concluyentes. Existen dos tipos de canela: cassia, más común y económica, pero con alto contenido de cumarina (potencialmente tóxica en exceso), y Ceilán, más cara, con menos cumarina y mayor cantidad de antioxidantes. Se recomienda elegir la variedad de Ceilán o consumir la cassia con moderación