El aumento de peso, el cansancio, el desánimo y la sensibilidad al frío son algunos de los síntomas más comunes entre quienes padecen hipotiroidismo.
Estas señales suelen aparecer lentamente y los pacientes pueden achacar algunos de estos síntomas a los hábitos y presiones del día a día.
Por eso quienes padecen hipotiroidismo pueden tardar años en ser diagnosticados.
Pero si no se trata, puede generar complicaciones como cardiopatías, bocio, problemas con el embarazo y una enfermedad grave y potencialmente letal pero muy rara, llamada coma mixedematoso.
El hipotiroidismo afecta sobre todo a las mujeres, concretamente a una de cada 70, según la estimación del servicio de salud pública del Reino Unido, el NHS, y también lo pueden padecer los niños.
Pero en el caso de los hombres solo afecta a 1 de cada 1.000.