Las venas varicosas aquejan especialmente a las mujeres, y son más comunes de lo que se piensa. Los problemas de varices en las piernas pueden manifestarse al principio como cansancio y pesadez en las piernas, sensación de hormigueo e incluso dolor al final de la jornada laboral. Cuando el problema se agrava pueden aparecer pequeños moretones sin causa, e incluso inflamación de algunas venas.
Las protuberancias rojizas-violáceas, además de resultar dolorosas, alteran negativamente la estética de tan admiradas partes del cuerpo femenino: pies, piernas y muslos.
El factor hereditario es determinante en la aparición de varices. Las personas con antecedentes familiares de varices las padecen, o son más propensas a ellas. De ahí que se deban tomar medidas preventivas, pues la predisposición genética es irreversible. Esta causa representa de 80 a 90% de los casos.
La segunda causa más común son los desórdenes hormonales que traen consigo las píldoras anticonceptivas, el consumo de hormonas y los embarazos. El pasar excesivo tiempo de pie empeora esta condición.