Más del 64% de los diabéticos ya utilizan este sencillo método natural para estabilizar sus niveles de azúcar en sangre.
El ajo es uno de los condimentos imprescindibles en la cocina. Se trata de un ingrediente clave en la gastronomía de todo el mundo y aporta un toque de sabor inigualable a todo tipo de platos y recetas.
Se le reconoce por contener aceites esenciales, quercetina (flavonoide con propiedades antigripales, antibacteriales y antiinflamatorias), fructosanos (ideal para reforzar las defensas), vitaminas C y B6, además de minerales como calcio, manganeso, potasio o fósforo
Según el portal especializado Healthline, varios estudios han demostrado que puede reducir la inflamación, los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol LDL en personas con diabetes tipo 2.
También puede ser muy eficaz para reducir la presión arterial. “En un estudio, las personas con presión arterial alta no controlada que tomaron ajo añejado durante 12 semanas promediaron una disminución de 10 puntos en la presión arterial”, precisa le mencionado sitio web. Un diente de ajo crudo contiene solo cuatro calorías y un gramo de carbohidratos.
Tal como se mencionó anteriormente, una de las bondades que se le atribuyen es el control del azúcar en la sangre. Healthline indica que hay muchas maneras de incluir el ajo en los alimentos para curar la diabetes. Una de ellas es masticándolo crudo, pero tiene la desventaja de que puede ser demasiado fuerte, así que se puede incluir salteado en las comidas o convirtiéndolo en ingrediente principal en la mayoría de los platos.