“A ti ajo macho, que me liberas de las envidias, de los males de ojo, de las brujerías, de las hechicerías de mis enemigos, de las enfermedades y de la miseria. Yo te invoco y te pido cargues con energía positiva, este que está en mi mano para que me proteja del mal en general, me de salud, suerte y felicidad.
El ajo es uno de esos regalitos de la naturaleza que se convierten en una bendición y que además tiene múltiples usos. No sólo hace maravillas en la cocina con los platillos, también tiene muchas propiedades curativas porque libera tu cuerpo de toxinas cuando lo comes.
Y, no obstante, también tiene poderes «mágicos». Sí, leíste bien. El ajo tiene poderes a los que los esotéricos recurren en muchos de sus rituales de protección. A ti, fruto de la naturaleza y a los elementos les pido que trabajen conjuntamente para mi y que mi petición sea escuchada y atendida. Que se cumpla! Me proteja y me traigas dinero y suerte!
